RÍO DE JANEIRO.- Pese a que todavía quedan los últimos ocho partidos por disputarse, el Mundial de Brasil ya es un éxito deportivo, coincidieron el francés Gerard Houllier y el nigeriano Sunday Oliseh, miembros del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA.
“Este certamen es el mejor en términos de calidad de fútbol y de entretenimiento”, señaló Houllier. “Estoy realmente sorprendido por la calidad del juego”, añadió Oliseh.
El galo entrenó al Liverpool y a Francia y vio nueve Copas del Mundo, mientras que el nigeriano disputó 63 partidos con su selección durante nueve años, en los que jugó los Mundiales del ‘94 y el ‘98. Con un total de 154 goles hasta el momento, Brasil 2014 va camino a superar el récord de 171 tantos que se registró en Francia 98, cuando se cambió el formato de la competición. Según los expertos, la razón responde a una combinación de factores.
El primero es que en Brasil coincidió una generación de delanteros increíble, sostuvo Houllier al referirse a Lionel Messi, James Rodríguez, Neymar, Thomas Müller y compañía. Otro motivo es el alto ritmo con el que se juegan los partidos. “El momento mágico del fútbol es cuando un equipo pierde la pelota y el otro la recupera”, agregó el dirigente francés. También afirmó que esta es la Copa del Mundo más rápida de la historia. “Cuando vas rápido con la pelota tenés más posibilidades de superar al rival. Algunos de los partidos que vimos eran más como encuentros de baloncesto, yendo de un arco a otro”, analizó.
Oliseh apuntó, por su parte, que el clima no tuvo tanta incidencia en el juego como se creyó en un principio. “Pensé que los equipos iban a ahorrar energía. Pero en vez de eso, vimos un juego de lado a lado, con buenas combinaciones y carreras que permitieron a los jugadores ir hacia adelante”, explicó el nigeriano.
En este contexto, analizó las diferencias entre el fútbol actual y el juego de alto rendimiento en el que le tocó competir. “Cuando jugaba, el mayor problema era la recuperación física. Ahora las sesiones de entrenamiento se dosifican meticulosamente”, puntualizó.
Pero en este balance de la Copa previo al inicio de la definición de los cuartos de final, los dirigentes también remarcaron las nuevas reglas que introdujo la FIFA durante los últimos años que, según dijeron, favorecieron al fútbol de ataque y protegieron a las estrellas.
Un ejemplo de este planteo es la regla del último defensor, por la que un jugador que comete una falta siendo el último hombre de su equipo -sin contar el arquero- es expulsado. “El hambre de mejorar es inmenso”, dijo Oliseh mirando hacia el futuro. “Confío en que este estándar continuará y mejorará”, concluyó.
El secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, se sumó a las declaraciones de sus colegas y subrayó: “Sin dudas esta es la mejor Copa del Mundo cuando hablamos de fútbol. Se está dando una competición fantástica”.
Valcke criticó a los organizadores del Mundial por los retrasos en la construcción de los estadios y por los problemas logísticos. Pero, al parecer, finalmente se rindió a la evidencia del respaldo popular de este torneo tanto en Brasil como en el resto del planeta. “Lo que estamos viendo en las calles, en las ciudades donde están ocurriendo los partidos es lo que todo el mundo esperaba de Brasil, es momento de disfrutar lo mejor del fútbol y mirar cuáles serán los equipos que llegarán a la semifinal”, dijo.
Así, se viene cumpliendo la promesa de la presidenta Dilma Rousseff, que a cada crítica al Comité Organizador respondía: “la de Brasil será la Copa de las Copas”.